Existen rastros de ocupación del monte del castillo desde época Ibera. Posteriormente, formaría parte de los dominios del Conde Visigodo Teodomiro, lo que le permitiría retrasar la ocupación musulmana hasta el 779 d.c, aunque la auténtica islamización no ocurriría hasta el Siglo XI.

Aunque formaría parte brevemente de las conquistas del Cid, no seria finalmente reconquistado y asignado al Reino de Castilla hasta el Siglo XIII. Ayora no se integraría en el Reino de Valencia hasta 1281


Durante los siguientes 200 años, la villa y fortaleza pasarían alternativamente de manos de los reyes a diversos señores feudales hasta que a finales del siglo XV sería adquirido por el Cardenal Mendoza. Este noble, y su descendencia, Marqueses de Cenete, reformarían el castillo para darle uso como residencia palaciega. En el siglo XVI se integraría también en los dominios de los duques del infantado.


En 1709, en el transcurso de la guerra de sucesión, el castillo y la villa fueron destruidos durante la ocupación borbónica, quedando arruinado y sirviendo de cantera para los lugareños.

Se cree que el castillo fue reconstruido casi en su totalidad en el Siglo XIII, a partir de la antigua fortaleza musulmana, permaneciendo mas o menos estable hasta las reformas de finales del Siglo XV, comienzos del XVI, momento en el que viviría su periodo de mayor esplendor.

La recreación trata de mostrar una posible configuración del castillo en el periodo anterior a las reformas, momento en el que conservaría plenamente su función militar. Curiosamente, su aspecto actual debe corresponderse en gran medida a esa configuración, al haber desaparecido casi todos los vestigios del palacio.


Se trata de un claro exponente de castillo-fortaleza transformado en palacio señorial a partir del SIglo XV-XVII a imitación de otros castillos del valle como el de Cofrentes, Jalance y Chirel.
